miércoles, 29 de octubre de 2014
CAPITULO 20
En la puerta, nuestro vuelo ya está siendo abordado, y tengo un momento de pánico pensando que tal vez él ya está en el avión cuando no puedo ubicarlo entre la masa de cabezas en fila dirigiéndose por la rampa. Busco salvajemente, autoconscientemente, y es una horrible sensación de ansiedad ahora que estoy aquí: diciéndole que cambié de opinión y quiero venir a Francia y…
Vivir con él.
Confiar en él.
Estar con él.
Requiere un tipo de valentía que simplemente no estoy segura de tener fuera de una habitación de hotel, donde todo es un juego temporal, o en un bar donde el licor me dejó encontrar el papel perfecto para interpretar toda la noche. Es posible que calcule mentalmente el peligro de estar relativamente borracha por la totalidad de las próximas semanas.
Una mano cálida se envuelve alrededor de mi hombro y me doy la vuelta, para mirar los amplios ojos verdes confusos de Pedro. Su boca se abre y se cierra un par de veces antes de sacudir su cabeza como si la estuviera despejando.
—¿Te dejaron venir aquí para decir adiós? —pregunta, pareciendo probar las palabras. Pero luego, mira más de cerca: Me he cambiado a unos pantalones blancos, una camiseta azul bajo una sudadera verde.
Tengo un equipaje de mano colgado encima de mi hombro, me he quedado sin aliento y llevo lo que sólo puedo imaginar es una mirada de pánico en mi rostro.
—Cambié de opinión. —Engancho mi bolso en mi hombro y observo su reacción: su sonrisa llega un poco demasiado lento para tranquilizarme inmediatamente.
Pero por lo menos sonríe, y parece genuina. Luego, me confunde aún más diciendo—: Creo que ahora no puedo estirarme y dormir en tu asiento.
No tengo ni idea de qué decir a eso, así que simplemente sonrió torpemente y bajo la mirada a mis pies. El asistente de la puerta llama a otra sección del avión para embarcar y el micrófono grazna bruscamente, lo que nos hace saltar a ambos.
Y entonces, parece que el mundo entero queda completamente en silencio.
—Mierda —susurro, mirando la manera en que vine. Es demasiado brillante, demasiado fuerte, demasiado lejos de Las Vegas o incluso la intimidad de su habitación de hotel en San Diego. ¿Qué diablos estoy haciendo?—. No tenía que venir. No…
Me hace callar, dando un paso más e inclinándose para besar mi mejilla. —Lo siento —dice cuidosamente, pasando de una mejilla a la otra—. De repente estoy muy nervioso. Eso no fue divertido. Estoy tan contento de que estés aquí.
Con una exhalación fuerte, me giro cuando presiona su mano en mi espalda baja, pero es como si nuestra burbuja climatizada hubiese sido perforada y hemos entrado tras bambalinas y las luces más deslumbrantes de la realidad.
Me presiona, sofocándome. Mis pies se sienten como si
estuvieran hechos de cemento mientras entrego mi boleto al asistente de la puerta, forzando una sonrisa nerviosa antes de subir la rampa.
Lo que conocemos son bares débilmente iluminados, bromas juguetonas, las sábanas limpias y nítidas de habitaciones de hotel. Lo que conocemos es la posibilidad no correspondida, la tentación de la idea. La fantasía. La aventura.
Pero cuando se elige la aventura, se convierte en la vida real.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
wow buenísimo, me encanta!!!
ResponderEliminarMuy buenos capítulos!! Me encantaron!!
ResponderEliminarQué genial que se fue con él!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarWooow q caps!!! Me encanta q se haya ido cn el!!, espero q todo salga bien. buenísima nove! Espero los prox caps! Bsoo @GraciasxTodoPYP
ResponderEliminarque buenooooo ! se van junto a la hermosa Francia ... Ohhh La La !! :))
ResponderEliminar